Si estás pensando en comprar una vivienda puede que dudes entre si optar por una de obra nueva o, por el contrario, adquirir una de segunda mano. Ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas, aunque decidirse por una u otra dependerá de varios factores, entre los que se encuentra el precio.
A continuación analizamos si es mejor comprar una vivienda de obra nueva o de segunda mano, cuál es la principal diferencia entre unas y otras y qué sale más económico.
Comprar obra nueva o segunda mano: ventajas y desventajas de cada una
Comprar una casa es una decisión muy importante que hay que meditar muy a conciencia, puesto que de ello dependerá nuestro futuro económico. Por ello es importante analizar detenidamente qué nos conviene más.
Como apuntábamos, el precio de la vivienda es uno de los factores decisivos a la hora de decidirnos por una u otra, por lo que debemos tenerlo en cuenta. Sin embargo, no sólo podemos fijarnos en el que desembolsamos por adquirir el inmueble en sí, sino en otros aspectos, como qué impuestos deberemos pagar si nos decantamos por uno de obra nueva o uno de segunda mano, entre otros.
Además del precio, cuando compramos una casa debemos fijarnos en otros aspectos, como qué impuestos debemos pagar si es de obra nueva o de segunda mano
Sin embargo, la decisión final dependerá de nuestras necesidades y preferencias, así como de nuestra situación económica. Por lo tanto, no existe una respuesta correcta, aunque sí podemos analizar los pros y contras de cada una.
Ventajas y desventajas económicas de comprar una vivienda de obra nueva
Las viviendas de obra nueva suelen ser, comparativamente, más caras que las de segunda mano; de hecho Según el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), son un 17% más caras y, en la mayoría de los casos, no se puede negociar.
Sin embargo, tienen una mayor eficiencia energética que las de segunda mano y, además, suelen estar mejor distribuidas, para aprovechar al máximo el espacio y la luz natural, lo que permite un gran ahorro en la factura de la luz.
De hecho, según el informe “Perfil del comprador de obra nueva en 2021”,la eficiencia energética se convierte en el segundo motivo por el que se compra vivienda de obra nueva.
Además, la mayoría de inmuebles de estas viviendas cuenta con soluciones de domótica, lo que también favorece el ahorro y la mejora de la eficiencia. Asimismo, al tratarse de edificios nuevos, no hará falta, a priori, hacer grandes reformas y la posibilidad de tener que hacer frente a derramas será mínima.
La mayoría de pisos de obra nueva cuenta con domótica, lo que contribuye al ahorro; además, al ser nuevos, no requieren de obras ni hacer frente a derramas
Los suministros es otra de las cuestiones que debemos tener en cuenta. Mientras que en una vivienda usada sólo se deberá cambiar la titularidad, en una vivienda de obra nueva deben darse de alta los suministros, cuyo precio oscilará entre los 330 y los 480 euros.
Finalmente, pero no menos importante, debemos tener en cuenta los impuestos que debemos pagar a la hora de comprar un inmueble de obra nueva. Hay que abonar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que es de un 10% sobre el precio final de venta, y el Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (IAJD), que varía dependiendo de la comunidad autónoma, pero suele oscilar entre el 0,5% y el 1,5%.
Ventajas y desventajas económicas de comprar una vivienda de segunda mano
Como hemos comentado, las viviendas de segunda mano son, comparativamente, más económicas que las de obra nueva; de hecho, no son sólo un 17% más baratas, sino que, según el MITMA, encarecen a menor velocidad.
Además, su ubicación suele ser más céntrica, por lo que están bien comunicadas y dotadas de más servicios que las de obra nueva, lo que permite desplazarse a pie o en transporte público. Por lo tanto, para vivir en ellas no es necesario disponer de vehículo propio, lo que contribuye al ahorro.
Las viviendas de segunda mano son, comparativamente, más económicas que las de obra nueva y, además, encarecen a menor velocidad
Respecto a los impuestos que se deben pagar por un inmueble usado, el comprador tiene que abonar el impuesto sobre transmisiones patrimoniales (ITP). El importe dependerá de la comunidad autónoma en la se encuentre la vivienda y de su precio, aunque suele ser de entre el 6% y el 10%.
Aunque en las viviendas de segunda mano no deben darse de alta los suministros, sino cambiar su titularidad, es importante asegurarse de que los suministros de la casa que vamos a comprar no tienen deudas.
Finalmente, como hemos visto en el punto anterior, cabe mencionar que las casas de segunda mano suelen ser menos eficientes y, al no ser nuevas, es más probable que precisen obras de mejora o la aprobación de derramas.
Ya hemos visto cuáles son las ventajas y las desventajas de comprar una vivienda de obra nueva o una de segunda mano; decantarnos por una u otra dependerá de nuestras preferencias y necesidades.
Fuente: Internet